No necesitas tener aerofobia (miedo a volar) o acrofobia (miedo irracional a las alturas) para aborrecer un viaje en avión. Horas y horas sentado, posiciones incómodas, vecinos indeseables, mala comida, y aburrimiento, aderezado con posibles turbulencias o mal clima, puede ser el cocktail perfecto para bajar, deseando no volver a subir.
Pero, ¿Qué hay en nuestras manos para hacer de este un trago menos amargo? Descubre los mejores tips de ih Travel & Learn, para dejar de sufrir en tus vuelos.
Desde los infaltables audífonos, el smartphone, y el ipad, hasta otros artículos que aseguren tu comodidad: almohadas de cuello, tapones para los oídos, antifaces para dormir y cojincitos de asiento, lo que necesites es válido. Piensa en cuáles son tus principales incomodidades al volar, y trata de llevar algún accesorio que te haga sobrellevarlo mucho mejor.
Aceptémoslo, muchas veces las películas que ofrecen (“Mi Pobre Angelito” por millonésima vez) o las revistas de la aerolínea, no son el mejor entretenimiento. Así que cárgate con el contenido que realmente te interese: música, películas, una serie (para viajes muy largos), revistas, o por supuesto, un buen libro. Puede ser el momento perfecto para hacer un update en tus intereses.
Ni mucho, ni poco, lo necesario. Desde lo más esencial como tus documentos personales y dinero, hasta lo que te haga sentir más cómoda: maquillaje, pluma y papel, kleenex, bálsamo labial, celular y cualquier otra cosa que no quieras perder de vista. Eso sí, no exageres en el contenido, ya que una bolsa muy grande te traerá problemas de espacio.
Tal vez comer esa hamburguesa doble con papas antes de abordar no sea la mejor opción. Trata de cuidar tu alimentación un día antes y el día de tu salida para evitar problemas gastrointestinales. Si volar durante horas puede ser una pesadilla, mucho más lo es hacerlo en el baño del avión.
Volar deshidrata tu cuerpo, así que toma agua antes y durante el vuelo, esto te hará sentir más descansado y con menos dolores de cuerpo. Además de las bebidas del vuelo, compra una botella de agua, y mantenla cerca de ti.
Tampoco se trata de que viajes en pijama y pantuflas, pero llévate ropa cómoda, mucho más si tu vuelo durará varias horas. Puedes usar pantalones o pants cómodos, playeras de algodón, un suéter o sudadera por si te da frío, y tenis o zapatos confortables. Si al bajar deseas verte mejor, puedes cargar una muda extra o unos zapatos más sofisticados en tu equipaje de mano.
Si se te da bien eso de la meditación, utiliza este tiempo para pensar o reflexionar sobre todo aquello que no te das chance en tu día a día. Llénate de paz, descansa, y por supuesto, si te es posible dormir ¡Hazlo! Ten por seguro que será uno de esos sueños reparadores.
En viajes de muchas horas, no olvides caminar o estirarte por cortos períodos de tiempo cada que puedas. Estamos conscientes que no podrás hacer tus flexiones del yoga, pero párate al baño, da algunas vueltas por el pasillo, o estírate un poco cuando sea posible.
Este tip aplica para aquellas personas que disfrutan del arte de platicar, aunque sea con extraños. Ojo, siempre checa la disposición de tu vecino; si ves que tienes que sacarle las palabras, desiste del intento, y mejor retorna a la opción 2. No obstante, puede que tengas suerte, y hasta algún amigo o amiga tengas al finalizar tu vuelo.
Definitivamente, habrá cosas en los vuelos que no podrás controlar, como el clima o tu compañero de asiento. Pero es verdad, que está en nuestras manos hacer de esta experiencia algo más placentero.
Sobre todo, no olvides mentalizarte que ese avión te estará llevando a un destino increíble, así que también disfrútalo y aleja los malos pensamientos.